Cultura

218: Madrid is Mine by Jamón y Queso

Ramón Esono Ebalé (1977), alias Jamón y Queso, es un artista ecuatoguineano que nació en Mikomeseng y que creció en Malabo, la capital. Es un dibujante e ilustrador autodidacta, que compagina su pasión por el dibujo y el comic con sus trabajos de grafista y sus actividades de lucha contra la dictadura de Teodoro Obiang Nguema que lleva 43 años en el poder.

Esono Ebalé vive a caballo entre El Salvador y España y está trabajando en dos proyectos: el comic Ayer vi 10.000 elefantes, a partir del guion de Pere Ortín, y 218, un comic futurista que compone una distopia que denuncia el imperialismo y la corrupción en África. A continuación, el artista comparte su visión frente a la hoja en blanco.

218 es un proyecto que trata ante todo de colocarme a mí mismo ante mi forma de entender el dibujo. Aplicando, por poner un ejemplo, la idea de “dibujo non-stop”. Dibujar, dibujar, y si se puede, no parar hasta morir. Dentro de, esto último, la exageración. Puesto que es mejor no morir, para seguir dibujando.

218 ahora tiene una muy buena oportunidad en Madrid. Donde estamos planeando, unos colegas y yo, una expo dedicada a LAKAKTUS. La Cactus, por si les interesa, es mi pareja.

Ella es “madrileña”. Y le gusta la radio. Explico…

Me llamo Nze Ramón Esono Ebalé. Nací en un pueblo llamado Nkoannen Yebecoan. En la región de Wele Nzas que alberga ciudades como Mikomeseng. Entre otras destacadas. Mi familia se mudaría más tarde a la capital del país, Malabo. En donde digamos que “entendí” la importancia de los garabatos que venía haciendo desde mi pueblo. Entonces, en el pueblo, no me decían cosas como artista. Solo me daban palmaditas.

Una vez en Malabo, y con más edad, comenzaron a tildarme de artista. Y en mi propia idea de arte, diría yo que “me hice de verdad merecedor” de ese calificativo tan interesantemente vasto, al llegar al vasto mundo del Paraguay.

Al Paraguay recalo en 2011 cuando mi pareja, enamorada del mundo de las cosas de la cultura, es llamada para conectar ESPAÑA y AMÉRICA. Nos vamos allá juntos, y es cuando aprovechando la buena situación “que me toca”, decidí lanzarme a proyectar al mundo el UNIVERSO 218 (lo de universo fue dicho por primera vez por Elo)
La versión a presentarse en Madrid, y que ilustra las imágenes, la bautizamos 218: MADRIDISMINE. La verdad es que, si lo tuviéramos que resumir en palabras, diría que es un quilombo futurista que evoca un supuesto pasado glorioso. Si en cambio debemos presentarlo físicamente, entonces debo invitarles a verlo en su versión cómic.

Las cosas que me han pasado en la vida hasta este momento pueden explicarse de varias maneras. Pero ningún tan importante como que 218 nace oficialmente en Paraguay. Luego viaja a El Salvador a presentarse en la Galería La Fabrik. Y, finalmente, regresa a Paraguay.

Es como si mi madre, Doña Catalina, me estuviese señalando una ruta, y diciendo: Tú no les cuentes tu vida. Tú, hijo, dibuja.

Y creo que es lo que debo hacer.

Nze

* La expo de Nze Ramón puede apreciarse en la Galería La Fabrik el 16 y 17 de julio

Una comunidad rural que sobrevivió a las inundaciones y surgió de una amalgama de excombatientes de ambos bandos, guerrilleros y soldados, construyó en 1993 un lugar para vivir en paz sin persecución política ni acoso militar al final del río que surca el país y termina en las riberas que baña el océano Pacífico.

La lotería creada por Natalia Domínguez reflexiona sobre el contexto salvadoreño: injusticias, personajes que han marcado un momento histórico y problemáticas sociales vigentes. A través de cada personaje, describe una línea de tiempo que permite ver que los estigmas no se agotan.

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De locura y cultura

Opinión

Probablemente durante la guerra fría fue más fácil ser intelectual, articulado a una de las dos ideologías del mundo bipolar. En ese entonces el equilibrio del terror nuclear, aunque suene paradójico, hizo posible la coexistencia pacífica. El mundo de hoy es otro y las sociedades son mucho más complicadas.

Despertar, revisar las noticias, y reconfirmar que es verdad, produce una profunda alegría. Nunca en la vida había sentido lo que sentí el día que Colombia eligió a un presidente de izquierda, por primera vez.

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