Letras

Ilustración: Luis Galdámez

Jorgelina Cerritos

Escritora salvadoreña, dramaturga, actriz y catedrática universitaria. Sus obras han merecido importantes reconocimientos nacionales como internacionales, entre ellos el Premio Casa de las Américas en Dramaturgia en 2010. Cuenta, a la fecha, con una treintena de textos teatrales escritos, además de poemarios y libros de cuento, tanto para público adulto como infantil. Desde 2018 dirige Didascalia, espacio independiente dedicado a la formación en Escritura Dramática y junto a Los del Quinto Piso e Índole Editores coeditan la colección Cuadernos de Dramaturgia Centroamericana para proyectar y difundir la producción dramática literaria contemporánea de la región.

Julio 1, 2022

Maldición de la primera piedra

El que tenga las manos limpias que tire la primera piedra.

El que tenga las manos bien limpias.

El que no me haya escupido

el que no me haya apedreado

el que no me haya excluido

el que no me haya rechazado

el que no me haya deportado

ni juzgado   ni burlado   ni violado

que tire la primera piedra.

El que no me haya robado el único bocado

el que no se haya inyectado

el que no haya matado un niño de hambre

que tire la maldita primera piedra.

El que no haya escrito un verso de mierda mientras caga.

El que no haya perdido su tiempo como pendejo.

El que no se haya tirado un pedo

y que no haya dicho que fue otro el que se lo tiró

¡que tire la primera piedra!

Por eso van a morir apedreados

Por eso les cortarán la cabeza

y las dejarán en la plaza en bolsas negras de poliuretano.

Por eso les cortarán la lengua

los quemarán en los microbuses

y los agarrarán a balazos por la espalda.

Por eso me cago en ustedes.

Por eso me corto las venas y me chupo la sangre.

Por eso vomito a la fuerza.

Por eso huyo.

Por eso chillo como bicho perdido.

Por eso tengo hambre.

Por eso pido.

Por eso sueño.

Por eso robo.

Por eso.

Por todo eso.                                          

 

 

Vértigo 824. Latin American Theatre Review.2012

 

Profecía

A Carola, por las madres que siguen buscando sus niños desaparecidos.

Hasta que los códices no sean descifrados

y ordenadas las partes

y completado el todo;

hasta que las culpas no penen su pena

y los pies no sean lavados;

hasta que las Magdalenas

no sequen sus lágrimas

frente al hombre amado

desmembrado;

hasta que los niños muertos

no dejen de llorar de pánico;

hasta que a las niñas violadas

no les florezca el himen desgarrado

y las mujeres no hayan escupido

la cara del verdugo;

hasta que los hombres no acallen su grito de rabia

contenido;

hasta que no mengüen las llamas

que las madres no sean vengadas

y las gallinas

y las vacas

y los puercos

y los perros

no hayan perdonado;

hasta que los homicidas

parricidas

matricidas

fratricidas

femicidas

genocidas

y suicidas

no terminen la orgiástica fiesta

de El entierro de la Sardina,

no habrá sol que dé luz a la luna

y no habrá luna llena.

Entonces las mareas secarán sus frutos

no parirán las hembras ni las mujeres

y los cultivos, sin hombres,

se secarán en la tierra;

la leche no se derramará sobre niños que canten

la oscuridad reinará para siempre

y nunca vendrá la mañana:

Entonces dejará de tañer la campana de los siglos

y Carola jamás encontrará su niño verde.

 

 

La Audiencia de los confines. Primer ensayo sobre la memoria. 2013

Manifiesto antibélico

A las víctimas de la Masacre de El Mozote.

A todas las víctimas.  

¡El bombardeo!

¡El bombardeo!

¡Al suelo!

¡El bombardeo!

¡El bombardeo de Vietnam

el bombardeo de Afganistán

el bombardeo de Irak

el bombardeo de Morazán!

¡Al suelo!

¡Al suelo!

¡Es la ofensiva final!

Los niños corren

se desangran

sus madres los llevan envueltos entre las faldas,

corren entre las llamas.

Se atraviesan el río.

Las mujeres paren bajo el agua

y se atraviesan el río

sin cortar el cordón que las une

desde el vientre con sus hijos.

Los hombres lloran impotentes.

Los perros gimen.

Tierra arrasada.

¡Tierra arrasada!

El bombardeo

es el bombardeo

Y no hay dónde escapar.

¡Al suelo!

¡Al suelo! 

¡Es el bombardeo!

¡Es el bombardeo de Vietnam!

Es una milpa

es una casa

es un incendio…

Son las hogueras de la Santa Inquisición

son las hogueras del Ku klux Klan

son las hogueras de Auschwitz

son las hogueras de Morazán!

Encerrados en una casa los niños chillan

se amontonan unos contra otros

en los rincones

en las paredes

en las puertas

se confunden entre el llanto

el horror

y los mocos.

Chillan como chillan los cerdos en el matadero.

Los ángeles de la muerte también chillan.

Gritan histéricos

Morbosos

echando veneno por la boca

y fuego por los ojos.

Fuego.

Abren fuego.

Prenden fuego.

Arde.

La casa arde.

Los ojos arden.

Las manos arden.

Los niños arden.

¡Es Roma!

¡Arde Roma!

Arde el imperio.

¡Arden las Torres Gemelas!

¡Es Nerón quemando la ciudad!

¡A la carga huestes del infierno, a la carga!

¡Que arda Troya como San Salvador arde en el infierno!

Son las hogueras de mi milpa

y mi casa.

Adentro están mis hijos

y estoy yo.

 

 

 

   La Audiencia de los confines.

Primer ensayo sobre la memoria. 2013

Foto

Miembros de la comunidad LGBTIQ+ conmemoraron el día del orgullo gay acompañado de representantes de diversas sedes diplomáticas.

Atardecer_intervención_Luis Galdámez

La adaptación al cambio

Cuatro artistas, cuatro lentes, cuatro enfoques en la conmemoración del Día Mundial del Medio Ambiente. ¿Los patrones insostenibles de consumo llevan el plantea hacia un cataclismo calculado? El Salvador tampoco escapa a la triple crisis planetaria que acarrea el cambio climático, la pérdida de naturaleza y biodiversidad.

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