Entrevista

Ilustración: Luis Galdámez

La estrategia del Fondo de Cultura Económica

“Si el lector encuentra precios bajos como el de un refresco, comprará libros”: Luis Arturo Salmerón

La editorial mexicana más importante de la industria latinoamericana y que conduce el escritor Paco Ignacio Taibo II busca masificar la lectura más allá del territorio nacional. Dentro de su gestión, la punta de lanza es la creación de nuevas colecciones donde el atractivo principal es la combinación de dos factores: autores con evidente calidad literaria de la mano de un precio al costo. 

Eric Lombardo Lemus

Fotografía: Rony Véliz

Noviembre 4, 2022

Uno de los nuevos lanzamientos del Fondo de Cultura Económica (FCE) destaca porque apuesta por rescatar un personaje propio de una novela de Emilio Salgari, cuya vida es un tobogán de ilusiones y frustraciones. El libro Más allá de las rejas es el diario escrito desde la cárcel por Julio César Macías, mejor conocido como el comandante César Montes, una leyenda entre los veteranos guerrilleros de Centroamérica.

El periplo de Montes, un octogenario hijo de padre mexicano, incluye ser  fundador de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) y del Ejército Guerrillero de los Pobres en Guatemala, lucha al lado de las filas del Viet Cong en Vietnam, en las filas sandinistas tras los Contras y en el cerro Guazapa como miembro de la Resistencia Nacional (RN), una de las facciones del antiguo Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN).

Luis Arturo Salmerón, editor de la colección Vientos del Pueblo del Fondo de Cultura Económica (FCE), conversó con Revista Espacio acerca de la importancia de poner la mirada en los países del llamado Triángulo Norte como parte de un plan que persigue llevar los libros a todos los escenarios posibles más allá de los métodos habituales y donde buscan llegar más allá del suelo mexicano. Y eso solo es posible con tiradas que se cuentan por miles de ejemplares y que llegan al público en formatos de bolsillo.

¿Me gustaría arrancar con una explicación en el sentido de cómo es que el Fondo de Cultura apuesta por una nueva colección denominada con un nombre tan sugestivo: Vientos del Pueblo?

Vamos por partes, Vientos del Pueblo es una colección que viene a cumplir una función que cuando llegamos con esta nueva administración, que encabeza Taibó II, al Fondo de Cultura, nos dimos cuenta que había un área académica muy fuerte en el plano del Fondo; un prestigio enorme en el mundo académico, con un gran prestigio también en el mundo de la divulgación científica y fuerte con algunos clásicos de literatura sobre todo latinoamericanos y mexicanos; también muy fuerte en un área de literatura infantil. Pero que tenía un hueco que para nosotros era muy importante cubrir y que era un hueco (que podíamos aprovechar) para captar nuevos lectores. 

No había una colección enfocada específicamente a atraer nuevos lectores, a popularizar la lectura en el país y como es parte del proyecto, tanto del Gobierno como en específico de Paco, hacer que la lectura se masifique y así romper un poco con este mito de que México es un país poco lector. En realidad creemos que hay ciertas barreras para los lectores y una de ellas es el precio del libro. Los libros son muy caros y nosotros queríamos buscar una colección que llenara ese hueco para atraer a unos lectores con libros muy baratos, de muy fácil acceso y con esta función de llevar lectores a las colecciones que ya tradicionalmente están funcionando. 

Por eso es que surge esta idea de una producción muy popular, con textos muy breves que van de las 16 a las 64 páginas. No más. También lo hacemos pensando que los textos más grandes tienen cabida en otras colecciones y de muchos géneros; sobre todo pensamos en literatura, pero de ahí (pensamos) abrirlo a muchos géneros porque los lectores tienen gustos muy diversos: nuevo periodismo, crónica histórica, teatro, poesía; pero de muy fácil acceso y muy baratos pensando en romper esa barrera entre el libro y el lector.

¿La colección Vientos del Pueblo no está circunscrita a ningún género, sino que estamos hablando de que incluye un poco de todo?

Sí, exactamente, lo que caracteriza Vientos del Pueblo es la extensión. O sea son textos no mayores de 64 páginas a costo muy barato y  donde hay muchos géneros: tenemos literatura clásica, literatura contemporánea, tenemos cuento, cuento policíaco, cuento de ciencia ficción, periodismo narrativo, sobre todo. Estamos pensando en atraer a nuevos lectores con crónica histórica y también narrativa y poesía. Otra de las cosas que hicimos fue hacer que estos pequeños libros sean ilustrados para que funcionen como pequeños anzuelos e interesar al lector en géneros diversos:

Luis Arturo Salmerón es editor de la colección Vientos del Pueblo del Fondo de Cultura Económica (FCE).

cuento mexicano, cuento latinoamericano, cuentos clásicos, por ejemplo de Rudyard Kipling, Edgar Allan Poe, Lovecraft, pero también autores tanto mexicanos y latinoamericanos contemporáneos como Juan Villoro o como Liliana Colanzi de Bolivia, en fin… Es un poco de eso para llenar ese vacío con una colección que atraiga a niños, jóvenes y adultos, que son nuevos lectores, o gente que leyó en su momento y que se está acercando de nuevo a la lectura

¿Y la aceptación que ustedes han percibido?

Ha sido una experiencia espectacular porque para tener esos precios tan bajos hacemos tirajes muy grandes.

Eso justamente te iba a preguntar porque ¿de cuántos ejemplares hablas?

De 40 000 ejemplares por título. Además con la idea de que estos libros no se queden en las librerías sino que los llevamos a ferias, eventos, clubes de lectura, salas de lectura… El precio es muy barato: son entre 9 y 20 pesos (mexicanos), lo cual equivale a entre cincuenta centavos de dólar el más barato y un dólar el más caro. Y, además, ilustrados por grandes artistas que se han integrado a este proyecto, y donde también los autores han donado prácticamente sus obras. Es decir que para poder mantener estos precios y hacer estos tirajes tan grandes ha sido posible porque los escritores han sido muy generosos y reciben un pago simbólico. Algunos, incluso, nos han regalado su obra.

A veces es muy difícil para una editorial lograr un punto de acuerdo con el autor que busca una remuneración por su obra, pero ¿ustedes cómo lo han logrado?

Pues lo hemos logrado en casi todo. Evidentemente hay cosas que nos gustaría publicar y que no hemos podido publicar en Vientos del Pueblo. Pero la verdad es que ha sido un esfuerzo conjunto entre la editorial, los autores, los ilustradores y los libreros porque a muchas librerías no les es rentable tener un libro que se va a vender a no más de un dólar, no les es tan rentable;  pero ha sido un esfuerzo conjunto que ha sido muy enriquecedor. 

Los primeros cuatro o cinco títulos están prácticamente agotados; se acabaron los 40 000 e íbamos a un ritmo de ventas muy impresionante que después bajó un poco porque la pandemia modificó todo. Sobre todo para estos libros con estas características, pues son libros que estaban pensados no para estar en librerías, sino para estar en la calle y al estar confinados en casa, al no poder salir, al no poder hacer ferias, al no poder hacer eventos masivos, pues el hábitat natural de estos pequeños libros está cerrado.

César Montes es un veterano guerrillero de padre mexicano que guarda prisión en Guatemala.

¿Cómo se reinventa el Fondo? La pandemia echó al traste los planes de algunos autores y fue el tiro de muerte para algunas editoriales. En el caso de ustedes han logrado adaptarse. Si hacemos una reflexión ¿cómo es que lo logran?

El ritmo de esta colección en específico bajó un poco. Estamos publicando como 20 (títulos) al año más o menos. Y este último año, debido a que se acumularon algunos en bodega, bajamos un poco el ritmo y vamos a publicar cinco o seis nada más. Pero estamos acumulando en espera de tiempos mejores. Además, se hizo una intensísima actividad en redes sociales, en la realidad virtual en la que hubo mucha venta. Pero para esta colección en específico, que está pensada en un público que a veces tiene que escoger entre comprar un libro o comer, y que definitivamente va a elegir comer, la cosa ya es diferente porque ya no es entre comer y comprar un libro, sino que es entre tomarse un refresco o comprar un libro; entonces esa terrible disyuntiva se vuelve un poco menos dramática.

En Guatemala la sala de ventas del Fondo de Cultura también es un espacio para la gestión cultural, sea organizando ferias o facilitando su espacio para presentar autores, propiciar tertulias; pero también es el actor para llevar el libro a la comunidad y no esperar que la gente llegue a donde está tradicionalmente el libro. ¿Salir de la sede principal e ir a las comunidades es una de las principales estrategias de mercadeo del Fondo?

Sin duda y para ir a las comunidades la punta de lanza es Vientos del Pueblo. No es la única colección que llevamos, pero sí estamos pensando en no sólo ir a provincia como tú dices o pensando en otras ciudades que tienen vida cultural, sino que también estamos pensando en ir a municipios, a la sierra, al desierto, a la selva, a lugares donde normalmente no hay librerías y que la librería más cercana está a cuatro horas de camino, a un mundo de distancia para algunas personas. Pensando en esas comunidades sí creemos que el precio es una barrera, por lo que sí creemos que llevando libros tan baratos le permite a algunos miembros de esas comunidades tener acceso a la lectura.

¿Y eso hace que el fondo mire más allá de sus fronteras mexicanas y hacia Centroamérica?

En el Fondo no consideramos Centroamérica o Sudamérica como una frontera. Vemos prácticamente toda América Latina como una misma región en la que tenemos algunos subsidiarias como Guatemala, Argentina y Chile y planeamos en conjunto. No hacemos algo para México y algo para Guatemala, sino que todo lo que hacemos intentamos pensarlo en conjunto. 

Naturalmente con esta colección Vientos del Pueblo es complicado llevar los ejemplares a todos los rincones porque con precios tan baratos el traslado nos sale más caro trasladarlo que hacerlo. Pero hemos ido solucionando esas cosas. En Guatemala ya hay Vientos del Pueblo y además hay autores centroamericanos y sudamericanos dentro de esta colección. Y cada vez estamos integrando a más autores contemporáneos que puedan y que quieran además hacer esta labor de ir no sólo a las grandes ferias, sino, de repente, ir a las pequeñas ferias a presentar este tipo de libros.

Eso nos hace llegar a un libro que ustedes lanzaron hace poco y que es el diario de César Montes, un personaje muy paradigmático y al mismo tiempo poco conocido entres las nuevas generaciones. Ustedes no solamente desempolvan el género de la biografía como género literario, sino que también ponen en agenda pública el paradero actual del autor.

El libro de César Montes está en otra de las nuevas colecciones que se han convertido prioritarias porque sabiendo que el Fondo de Cultura Económica tiene una colección histórica muy potente que hemos mantenido, pero también hemos reforzado una que ya existía que es la colección Popular que ya no son libros pequeños, sino libros en tamaños estándar. En esta colección hemos diversificado algunos temas que no eran comunes en el Fondo como la ciencia ficción, la novela policíaca, la novela negra, el periodismo, la crónica periodística. Digamos que sería como el segundo paso tras Vientos del Pueblo, ya que después los lectores buscan libros un poco más extensos, más complejos, más largos y así es como llega el libro de César Montes, que no es propiamente una biografía.

Él estaba refugiado en México y a la espera de que avanzaran sus trámites para pedir asilo político cuando fue secuestrado y llevado a Guatemala en condiciones completamente ilegales.  Poco antes de que lo detuvieran, en el Fondo ya teníamos planeada la edición de su autobiografía. No estoy seguro si terminamos de firmar el contrato, pero ya teníamos apalabrada una autobiografía que iba a ser un libro espectacular porque describiría la participación del comandante Montes en varios movimientos revolucionarios a lo largo de su vida. 

A raíz de la detención arbitraria y a sabiendas de las condiciones precarias en las que se encuentra recluido, concentrado en su defensa legal, detuvimos el proyecto. Pero, de repente, a la sede de la editorial empezó a llegar todos los días una página. 

Nosotros teníamos que transcribirla y convertirla en una hoja y así fuimos juntando todas las hojas que conforman este diario desde la prisión y en el que te encuentras cosas muy interesantes desde cómo vive su proceso de encarcelamiento hasta sus reflexiones viendo a través de una ventana.

Sí nos entristece que haya sustituido el libro que queríamos porque lo iba a escribir en libertad y en México en condiciones completamente distintas; aunque editorialmente es un regalo porque así sabemos del día a día de su detención.

César Montes es acusado del asesinato de tres soldados en Izabal en un hecho donde él no estuvo.

Es una apuesta bastante osada de una casa editorial.

Sí, claro, y nos parece que es un grito de libertad y hay que apostarle a eso, a que este libro contribuya a la justicia y contribuya a hacer una voz del propio César Montes exigiendo justicia y libertad. Editorialmente es muy interesante porque el Fondo hace una apuesta para que el libro sea lea en toda Iberoamérica porque en España también tenemos una de nuestras subsidiarias más fuertes (…) El resultado es muy interesante porque permite ver la vida en prisión de un personaje que está ahí de manera injusta y que tiene una estatura moral muy fuerte que me parece que es un gran regalo para los lectores.

Se puede decir que la producción editorial de Más allá de las rejas fue proporcional a la calidad del personaje: un antiguo guerrillero que peleó en las filas vietnamitas, sandinistas, los movimientos guerrilleros guatemaltecos y en la retaguardia del cerro Guazapa en El Salvador.

No pierdo la esperanza de que haga el libro que nos prometió. Esa autobiografía en la que relate sus aventuras que son equivalentes a un personaje de (Emilio) Salgari y que además lo haga como se debe, es decir, en libertad. Pero este libro tiene este encanto porque él sabe que está dialogando con nosotros, sabe que está dialogando con los lectores porque él se ha convertido en un libro porque los tiempos en libertad son diferentes a los tiempos en prisión y eso se refleja también en el libro.

Más allá de las rejas empieza a viajar, llegará a las sedes donde el Fondo tiene presencia…

Ya está en Guatemala y es un libro que por respeto a su autor no se debe quedar prisionero en las bodegas, sino viajando por toda América Latina.

¿Es un aporte bastante fuerte a la construcción de memoria histórica en países marcados por los autoritarismos y sobrevivientes de la Guerra Fría?

Pues creo que estamos contribuyendo a hacer una gran república y me refiero a toda América, una gran república de lectores. La república de ciudadanos críticos, que leen, que piensan, que discuten, que se mantienen informados. Saber que existen personajes como César Montes ayuda a concientizar porqué está en prisión, porqué fue detenido, porqué fue sacado del país sin extradición y también a preguntarnos qué poderes fácticos están arraigados para que eso pueda pasar.. Entonces vale la pena tener este tipo de testimonios para hacernos preguntas de lo que nos falta por recorrer en nuestros países.

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