Entrevista

Juan Ricardo Dueñas, director de El eco de los inocentes.

El eco de los inocentes: un proyecto cinematográfico de memoria histórica

El Eco de los inocentes es una película que aborda sensiblemente la temática de desapariciones en la guerra civil de El Salvador. Este proyecto es la tesis de grado del director Juan Ricardo Dueñas. 

Texto y fotográfias: Giuseppe Dezza *

Mayo 19, 2023

Juan Ricardo, estudiante de la Escuela Mónica Herrera, relata cómo fue su acercamiento al mundo de los audiovisuales y al tema de la desaparición forzada durante el conflicto armado, dado que no vivió este período de la historia de El Salvador. El documental bajo su dirección contó con un equipo de producción joven, entre quienes menciona a Camilo Henríquez, Daniel Criollo y Will Baviera. También menciona el crucial apoyo de las productoras de cine Encantada por la Vida y Chimbolo Films, las cuales han coproducido este documental, además de otras creaciones cinematográficas propias y para organizaciones e instituciones gubernamentales y no gubernamentales nacionales e internacionales.

En esta entrevista, Brenda Vanegas, de la productora Encantada por la Vida, también con antecedentes académicos en la Escuela Mónica Herrera, se refiere al desarrollo de Juan Ricardo como director del documental El eco de los inocentes. También, nos habla acerca de su visión del desarrollo de nuevos talentos en este arte y, en particular, en El Salvador, país donde profesionales como ella tienen una gran oportunidad para apoyar, orientar y alentar el impulso de la cinematografía.

Foto: cortesía de Juan Ricardo Dueñas

Juan Ricardo, ¿cómo fue tu acercamiento a este arte?

Desde mis 10-11 años vengo teniendo una sensibilidad particular por el arte. En una tienda de discos vi a un violinista que se llama David Garrett que estaba tocando una canción de Piratas del Caribe y desde que lo vi tocando me entró una fascinación por la música y por el violín específicamente. Entonces, desde ahí, entré a clases. Mi mamá era como: “No creo que él se quede, es más una pila de ahorita”. Pero sí, desde mis 11 hasta los 17 años pasé en la academia de Bellas Artes de Santa Ana, y bueno, formándome en la parte de la música.

Siempre había una fascinación por las artes audiovisuales, por el cine. Hacía mis peliculitas desde los 14 años y le metía unos efectos especiales raros, hechos en After Effects, había esa fascinación tanto por la música como por la parte audiovisual, y bueno, ya en una feria de universidades vi esta carrera de Estrategia Digital, que aparte de tener materias de diseño y de animación también tiene tres ciclos de producción audiovisual, que era lo que yo estaba buscando.

La escuela sí me abrió este mundo de la creatividad, entré a la primera cátedra, luego a la segunda, luego a la tercera. Entonces, ya me fui formando en esa parte audiovisual y le fui tomando más amor todavía, decidiéndome más por dedicarme a eso. Ya he terminado el tercer ciclo, y por lo mismo de que tanto Mario Soundy como Brenda Vanegas eran los que impartían esas materias, pues también iban viendo qué perfiles iban incorporando a su casa productora Encantada por la Vida. Así fue como en el 2021 llegué a Encantada por la Vida y comencé a trabajar más en todos los proyectos con enfoque de derechos humanos con comunidades vulnerables. Además de toda la parte de consultorías que van más que todo por esa línea, también estaba la parte del cine. Entonces, justamente en el año que yo entré y en el siguiente, fueron años bastante fuertes en el cine, por el tema de terminar la película Antes de la lluvia y hacer el lanzamiento. Y, luego, seguir trabajando en otra idea: Altares. Así que estábamos trabajando Altares y el tema de memoria histórica, y luego, en diciembre, nuestro viaje de fin de año fue a El Mozote, donde conocimos a algunas de las señoras. Pero es ese tema de entrar en un espacio que promueve estas iniciativas y estos enfoques lo que me sirvió para ir caminando en este rubro.

Háblanos un poco de tu proyecto.

Juan Ricardo: El proyecto de ahora se llama El eco de los inocentes, y trata sobre Carlos Córdoba, que es un actor de teatro que está montando una obra en memoria de su padre desaparecido pero, al mismo tiempo, está tratando de reconstruir una relación con su madre que se ha visto afectada a raíz de esta desaparición. Por otro lado, está la historia de Maura Contreras, que es la madre de tres niños sustraídos en un operativo militar en Toluca y que, luego de 30 años, encontró a dos, y luego de 40 sigue buscando a la más pequeña.

Al principio era un proyecto bastante abstracto y tenía un personaje nada más, el de Carlos Córdoba, y luego fue desarrollándose más con estas visitas que tuve y con la investigación con Pro Búsqueda, y comenzar la investigación de las madres y de los padres que pierden a sus hijos a causa del conflicto armado.

¿Hay algo en particular que te lleva o te mueve a haber escogido ese tema tan profundo, delicado y sensible?

Juan Ricardo: Para mí el duelo, la pérdida, son de las emociones más fuertes, es algo que me revuelve mucho las emociones. Entonces, al encontrar un tema que más allá de ser un duelo es un duelo ambiguo, como lo menciona Ana Julia Escalante de Pro Búsqueda, porque existe esa ambigüedad de si la persona está viva o está muerta, de no saber si esta persona está sufriendo, como decía Maura: “Si no sé si mi hijo tiene frío, tiene hambre, pues, si lo están tratando mal donde está”. Entonces, todavía era como exponencial el sentimiento del duelo, y creo que me confirma que el cine nos hace bastante vulnerables, porque exponemos las temáticas y hablamos de las que más nos mueven.

¿Por qué te mueve tanto el duelo?

Juan Ricardo: Es algo que desde la muerte de mis abuelos ha estado muy presente, y también porque mis abuelos sí eran personas muy cercanas. Pero, también, ver el dolor de mis papás, por ejemplo, me ha dejado muy marcado desde esa fechas, 2019 y 2021.

Brenda, ¿quién sos y cómo llegaste a Juan Ricardo?

Brenda: Yo también soy exalumna de la Mónica Herrera, tengo un vínculo con la escuela muy especial. Estudié, me gradué, y luego fui profesora de la escuela muchos años y el tema de la cinematografía, al igual que Juan Ricardo, también para mí fue algo que un poco me llegó a la vida, o sea eso que vos sentís como: “¡Huy! Yo por aquí me puedo expresar”. Entonces, sí tuve como una claridad muy prematura de que me quería dedicar a la cinematografía y, para mí, ser docente ha sido ir nutriendo este tema.

Juan Ricardo: “Creo que ahí está el valor del proyecto, de darle una voz tanto a esta madre que ha buscado a su hija por 40 años y también acompañar a este actor de teatro en su proceso de reparación física y psicológica”.

En la carrera, cuando yo estudiaba hace 20 años, no había una carrera o una escuela o una institución académica en el país que pusiera un énfasis importante en la cinematografía, ni siquiera como está ahora, o sea, antes recibías una clase y te enseñaban cosas muy básicas, y yo creo que el lenguaje y el consumo de la información, ha ido evolucionando y cada vez somos más audiovisuales.

También las carreras han tenido que evolucionar en ese aspecto, y fue una oportunidad chula que de repente la escuela vio en esta carrera como tal implementar varios ciclos de audiovisual.

Tuve la oportunidad de conocer a Juan Ricardo, de tener ese primer encuentro con él. Estaba muy entusiasmado con hacer un guión, de que lo leyera y de que le diera retroalimentaciones, y quería hacer una codirección con un colega de él, y esa idea la sostuvo hasta años después, cuando lo pudo realizar. Yo —se lo digo a él— me veo también a mí en él cuando era jovencita y decía: “Como sea voy a hacer esto”, y entonces creo que ese empeño y esas ganas, como una cuestión de espíritu que puedes identificarte. Entonces, para mí ha sido algo muy chulo tener a Juan cerca yo se lo digo constantemente, que me siento súper agradecida con la vida de poderle tener cerca porque aprendo muchas cosas de él, mucho más allá de lo que a veces puede creer que yo le enseño y eso está bien, muy bonito. Entonces, fue así, hubo un momento en el que ya estando en tercer año los chicos pueden empezar a hacer una pasantía y nosotros habíamos quedado con una vacante. Invitamos a Juan a que formara parte del equipo de la oficina y él aceptó, empezamos a trabajar, como dice Juan, en diferentes proyectos, en algo que es importante como lo de la casa productora Encantada por la Vida.

Yo me formé en publicidad a nivel técnico. Mis primeros años de la universidad, que también trabajaba, estuve en una casa productora que era publicidad al tope, día y noche. Primero me fui a Estados Unidos a trabajar, luego hice la maestría en cinematografía, cuando vuelvo me incorporo a la Escuela, que tenía algunos talleres de cine y yo ya tenía claridad que no quería hacer publicidad sino que hacer cine. Entonces, montamos esta casa productora. Y también allí, yo sin saber bien qué era el tema de derechos humanos cuando volví, pero ya tenía una claridad de qué enfoque y de qué temas me atraían, entonces fue en lo que me concentré.

Juan Ricardo, me gustaría preguntarte sobre esta relación entre la memoria histórica, la cultura y la juventud. 

Juan Ricardo: Para este proyecto específicamente tuve la suerte de contar con personas que ya han estado trabajando estos temas, como Camilo Henríquez. Tuve una reunión con él, le platiqué y le invité a sumarse, creo que ha sido una mano derecha súper buena.

De allí, Daniel Criollo, que también es el director de fotografía, con quien tampoco había trabajado pero había visto su trabajo y siempre había tenido una curiosidad por colaborar con él, ha sido un equipo joven, al que se ha sumado también Will Baivera que es parte de Encantada por la Vida, también los apoyos por personas como Brenda o Chimbolo Films, que es la casa productora de la película de Fabricio Sibrián.

Algo que Roberto Salomón me mencionaba en una de las sesiones que tuve con él —porque nos prestó el teatro para filmar como un patrocinio—, que así como en su juventud personas mayores le habían abierto las puertas y lo habían incluido, ahora él estaba haciendo eso con una generación como la mía. Entonces, al final, termina siendo como una cadenita que así como Brenda tuvo a sus maestros que le abrieron las puertas y la llevaron por este camino, ya lo está haciendo ella con otros estudiantes y eso me va a motivar a mí, en algún momento, a hacerlo. Esa cadenita me parece súper valiosa.

¿Por qué es importante hablar de eso para la cultura y la juventud salvadoreña?

Juan Ricardo: Carlos Córdova, el personaje, habla sobre su obra también, que no es un proyecto que habla sobre estadísticas y sobre datos, sino que nos adentramos en la vida de esta madre y de este niño que perdió a su padre. Creo que ahí está el valor del proyecto, de darle una voz tanto a esta madre que ha buscado a su hija por 40 años y también acompañar a este actor de teatro en su proceso de reparación física y psicológica; y también es algo que sucedió a raíz del proyecto, el hecho de que él haya querido dar este paso de marcar un presente para reconstruir una relación con su madre. Entonces, siento que más allá de ser un proyecto académico, le ha dado voz a estas personas y también permitido estos acercamientos más personales o más familiares que a raíz de este fenómeno se vieron rotos.

Brenda Vanegas, productora del documental y directora de Encantada por la vida.

Brenda, ¿por qué apoya ese proyecto?

Brenda: La pregunta es por qué no lo vamos a apoyar, no solamente porque es un proyecto de Juan Ricardo, yo sí creo que, justamente lo que decía Juan, hay una necesidad, cuando te estás formando, de recibir orientación, de nutrirte. Hay un momento en el que la vida te hace como regresar y vas devolviendo el bate, que por ejemplo tener una generación como la de estos chicos liderada por Juan como director, pero luego tener, como él te decía, un equipo tan joven interesado en estos temas, es… Tenés que fijarte muy sensiblemente en todo eso, qué es lo que significa. O sea, tenés ahí una oportunidad muy bonita de participar, de orientar, de asesorar, de contribuir en este caso con recursos, con información, con ideas, con lo que querrás, porque estás ayudando a solidificar la formación de una juventud que va a ser, que ya son los siguientes; es importante sentir que la juventud tiene su espacio y su momento hoy. 

El proyecto de Juan tiene los mismos enfoques y búsquedas de los proyectos en que nosotros estamos, están muy alineados, y cuando yo tengo a la gente trabajando dentro de mi equipo de la productora ellos saben que la productora es de ellos también y se sienten en la libertad de tomar el equipo, de generar espacios de consulta, de hacer reuniones de trabajo, porque eso somos como casa productora,  si yo limito la casa productora a hacer las producciones de Brenda solamente, entonces estoy limitada. 

Cuando él necesita algún apoyo de guión, de dirección, de lo que quiera y quiere consultarme, lo hace y si yo siento de alguna manera una idea que le puede funcionar lo consulto a él, pero respetando su rol de director y eso me parece súper bonito. Soy tan feliz de repente diciéndole de construcción narrativa de tal, como de repente “hay que ir a comprar las pizzas porque hay que comer”. Ahorita, por ejemplo, estamos súper contentos porque uno de los chicos que trabaja con nosotros acaba de ser seleccionado en la Talent Campus de Guadalajara y nosotros estamos ahí con Ibermedia.

Con Juan Ricardo yo, en general, creo mucho en construir. Y construir implica estar ahí, escuchar, aprender a equivocarse, reflexionar, enmendarte. Yo tengo una posibilidad de hablar con Juan cualquier tema básicamente de mi vida y creo que ese vínculo de confianza es de ida y vuelta, hemos generado un vínculo de confianza y de empatía. Juan podría ser un hijo mío y, de hecho, yo creo que la docencia para mí es una forma de experimentar la maternidad o esos  vínculos.

Brenda: “Tenés ahí una oportunidad muy bonita de participar, de orientar, de asesorar, de contribuir en este caso con recursos, con información, con ideas, con lo que querrás, porque estás ayudando a solidificar la formación de una juventud que va a ser, que ya son los siguientes”.

Creo que Juan es una persona muy sensible, pero además tiene una sensibilidad muy calma, no es una sensibilidad abrumadora, una sensibilidad explosiva hacia afuera. Es una sensibilidad muy calma, llevamos esa calma hacia adentro, sabemos que adentro estamos hechos a veces un desastre, pero eso luego encuentra una manera de salir.

Ya lo respeto mucho como director. Lo he visto, por ejemplo, cómo de repente le doy una idea y no le convence y se mantiene en una idea, y luego escarba y logra su propia idea, y eso me parece muy importante en un director que se está formando y se está creando. Entonces, yo creo que Juan tiene esa gallardía en él, y eso es súper importante reconocerlo y empezar a sentirlo, porque es una cosa que le digo: “No es la historia, es cómo cuenta su historia”, porque la historia de Maura, la historia de Carlos, tiene en sus manos cómo contarlas, y eso es el gran reto como director de cine, ya que, además, un director de cine atraviesa tantas áreas artísticas, tantas disciplinas: la plástica, la estética, la narrativa, el tiempo, el ritmo y la musicalidad, lo sonoro o lo visual, entonces ahí están todas esas herramientas, todos esos colores para decidir cómo va a contar esta historia de estas personas.

Entonces, eso lo veo, y aprendo mucho de él viéndolo. Y luego los temas. Al igual que Juan yo creo que, para mí, la historia atraviesa también una cosa que a veces perdemos de vista, que es la historia íntima, y que yo siempre he dicho cuando he hablado de memoria que yo creo que la historia íntima es la historia más colectiva, porque es en la intimidad y en los relatos personales que nos podemos identificar, no en las cifras, esto de la frialdad, yo ayer te pasaba un texto que yo decía: “Es que sí, yo viví una guerra, y yo vivía frente al batallón Atlacatl, pero yo tenía un miedo de la guerra que pasaba dentro de mi casa”, ajá y ese texto yo lo termino diciéndole a mi abuela que ya murió: “Ya moriste, pero ninguna de las dos guerras nos mató, ni la de afuera ni la de adentro, solo para que sepas que seguimos acá”. Entonces, creo que también tengo alguna manera de documentar o de compartir o de relacionarme con la historia o de relacionarme con estos conflictos o con distintas temáticas desde la historia de intimidad, porque ahí es donde siento que hay puntos de coincidencia universales.

¿Cuántas películas de la guerra vamos a necesitar hacer? Todas las que sean necesarias, pero cómo la vamos a contar, yo creo que ahí es donde yo hice un vínculo fuerte con Juan y decirle: “Esto sí lo podemos contar de esta manera, él en su rol y yo en el mío.

¿Decidiste seguir estudiando y estudiar aquí, y mencionaste que la alternativa era irse fuera del país? da, ¿por qué apoya ese proyecto?

Juan Ricardo: Sí. Después del bachillerato sí estaba bastante decantado por la producción audiovisual del cine específicamente, y sí llegué a valorar algunas opciones fuera del país, pero siempre he sido alguien que piensa mucho, no tomo decisiones así. Entonces, sí, lo pensé bastante y a mis 17 años no me quise ir del país todavía, creo que tenía muchas cosas que aprender y no me arrepiento, pero sí después de este proyecto tengo otro engavetado de Ángel, que tengo que terminar, es mi primer cortometraje de ficción.

Este proyecto es académico, y ahorita se ha hecho lo que se ha podido y creo que se ha llegado a un corte bastante decente con el que estoy muy contento, pero luego de esto se se va a seguir trabajando por un par de meses más, y luego esperamos comenzar a ejecutar la estrategia de distribución, porque el proyecto de grabación es un largometraje documental, y una estrategia de distribución, tanto a nivel nacional como internacional, es el Festival de Cine de aquí, hacer proyecciones comunitarias en Toluca o en Tonacatepeque, que son lugares de residencia de los protagonistas y donde sucedieron los hechos que narra el documental. Luego, con la distribución internacional, que será de plantear una ruta de festivales y ver más o menos en qué categorías podemos ir aplicando.

¿Por qué Juan Ricardo se quiere quedar en El Salvador y la mayoría de los jóvenes se quieren ir de este país?

Juan Ricardo: También me he hecho esa pregunta desde que comencé a perder amigos del colegio que se fueron a otro país, como el 60 % de mi familia, de mi generación, que se están yendo. Me lo he preguntado bastante y sí quisiera estudiar cine específicamente fuera, y sí estoy con la mentalidad de que me gustaría regresar; ir a aprender fuera, traer los conocimientos y aplicarlos aquí, comenzar a ejecutar proyectos aquí y crear este tipo de iniciativas, más que al cine ahorita, en El Salvador, todavía le falta mucho.

Brenda y Juan Ricardo.

¿Cómo van con el financiamiento?

Brenda: La producción del documental de Juan Ricardo El eco de los inocentes ha sido en realidad un una coproducción entre Encantada por la Vida y Chimbolo Films y un montón de gente que ha ofrecido y donado su trabajo, pero de pronto sí necesitamos un mínimo para poder solventar varias gestiones que tienen que hacerse todavía. Entonces, ahorita estamos en el proceso de una recaudación de fondos, hay un crowdfunding hecho a través de una plataforma y también una cuenta de ahorro donde se podría depositar, porque estamos en números rojos, digamos. Entonces, necesitamos gente que se pueda interesar, que pueda apoyar este proyecto, pues claro, es una manera de vincularte con los temas y de vincularte con este arte.

Juan Ricardo: Como Brenda dijo, se suma un montón de gente: colaboradores de casas productoras, de patrocinios, incluso de empresas privadas y asociaciones que han brindado más que todo material de archivo, pero sí estamos ahorita en la fase de postproducción. Luego se espera poder reabrir el proyecto para terminar de hacer estos ajustes que por los tiempos académicos no se puede hacer ahorita. Sí necesitamos aterrizar esa parte de la financiación, también se plantea una estrategia de financiación que se basan en hacer esta comunicación por medios digitales, acercándonos a organizaciones que compartan estas mismas temáticas de la reparación a las víctimas, justicia transicional, arte y memoria histórica.

Si quieres  apoyar el proyecto:

 https://gofund.me/12268dff.

Cuenta bancaria:

Banco: Banco Agrícola

Alias: El Eco de los Inocentes

Nombre: Carlos Camilo Henríquez Hernández

Número de cuenta: 3113946652

* Fotoperiodista

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