Cultura

Mural colaborativo de conmemoración.

Enclave musical:
Haciendo la paz desde la música

¿Quién dijo que todo está perdido? Yo vengo a ofrecer mi corazón

Texto Laura Flores Amaya*
Fotos cortesía de D’Alessandro Molina y Centro Cultural Universitario de la UCA

Enero 26, 2024

Marlen Argueta, directora del Centro Cultural de la UCA, alude a la polarización social y política que se vive en el país y señala la importancia de pensar en aquel momento de 1992 como uno donde sí se hicieron acuerdos y se frenó una guerra.

Cuatro individuos de saco, con el rostro enmascarado pisan el escenario. El mismo que antes recorrieron seis de sotana y estola. Ambos elencos representaron etapas de violencia en el país, pero también de esperanza y de hermandad. Como la luz, la biblia, los libros que pasaban de mano en mano en uno de los performances, así pasa, con esfuerzo, la ilusión de la paz en El Salvador.

Presentación Danza UCA, Claro Oscuro.

El 16 de enero pasado, las manos de varios músicos y voces talentosas pasaron, también, de cuerpo en cuerpo, la esperanza de la paz y el agradecimiento por los que lucharon antes y ahora por ella. En esta actividad, del Centro Cultural de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (UCA), se unieron en el Enclave Musical, artistas de Vibras Ska, Andrea Ramírez, Conjunto Tripodélico, Alyson Melissa y Ensamble Universitario UCA. Le regalaron a su público música centroamericana que honra la vida y también el martirio.

Presentación de danza Distópica Utopía.

Danza de Distópica Utopía.

Andrea Ramírez, durante el concierto.

«La firma de los Acuerdos de Paz es un suceso importante de nuestra historia reciente de El Salvador. Marca la institucionalidad, la construcción de la democracia, la posibilidad de otro El Salvador, desde 1992. Lo queríamos recordar con lo que mejor sabemos hacer: arte. Creemos que no se tiene que recordar como algo trágico. En este momento donde hay mucha polarización y donde no llegamos a acuerdos, es importante pensar en ese espacio como un momento donde sí hicimos acuerdos y se frenó una guerra», dice Marlen Argueta, directora del Centro Cultural.

En el mismo escenario, Ensamble UCA, compuesto por varias voces y cinco instrumentos nos donó, a través de las cuerdas, poemas musicalizados y canciones de esperanza y de cuestionamiento. «Regalo para el niño», con unos de los versos más hermosos de Oswaldo Escobar Velado, sonaba a mucha ilusión en sus voces y su energía juvenil.

Te regalo una paz iluminada.

Un racimo de paz y de gorriones.

Una Holanda de mieses aromada.

Y Californias de melocotones.

Durante el concierto Ensamble Musical.

Alyson Melissa, durante el concierto Enclave Musical.

Andrea Ramírez, quien junto a Las Musas Desconectadas han regalado varios temas importantes sobre la lucha de las mujeres en el país, asegura que la música es una de las formas para construir acuerdos. 

«La paz principalmente hay que empezarla en la mente de uno, que es algo difícil, y al estar en paz podemos lograrlo con el entorno. La música es una herramienta super fuerte, ya que también existe música violenta. Es importante rescatar la paz desde la música», dijo Ramírez.

Esa misma noche, mientras en un recinto universitario se conmemoraba la paz, el silencio gubernamental ante un suceso que puso fin a una guerra que dejó más de 70,000 muertes, inundó el país.

Miembros de Enclave Musical.

Conmemoración de los Acuerdos de Paz, en el Atrio del Auditorio Ignacio Ellacuría.

Durante el concierto Ensamble Musical.

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