Cultura

La banda Cemican llegó al país desde México un día antes del Metal Fest.

Full metal y full corazón

Texto: Raquel Kanorroel*
Fotografías: Robert Linares

Febrero 23, 2024

La escena metalera cuscatleca volvió a vibrar el pasado sábado 17 del corriente, esta vez en el Anfiteatro del Complejo Deportivo Kathya Miranda, en los alrededores de Don Rúa.

Y es que El Salvador Metal Fest celebró nada menos que su XXIX edición. Su primera vez fue en 1994, en el auditorio de FENASTRAS.

Desde entonces, «el tiempo ha pasado volando y nos ha sido difícil llegar hasta aquí», relató Edwin Marinero (representante de Rocker´s El Salvador y El Salvador Metal Fest, y miembro del proyecto Falsas doctrinas), recordando risueño «los malos pronósticos» de parientes y demás personas alrededor: «Ya se te pasará la moda… ¡Salite de eso!…».

Pero la «testarudez» los impulsó a darle continuidad a este festival de tradición full metal, que por cierto es muy bien visto en la región centroamericana por el público y la farándula del rock pesado.

«Nadie esperaba que durara tanto; hacemos y seguiremos haciendo lo mejor posible dentro de nuestra realidad artística salvadoreña», acotó Edwin, acompañado por Daniel Ruballo, miembro de Social S. S. (Sabotage Store) —banda que lleva ya seis años participando en el festival—, durante la entrevista que una radio alternativa les concediera dos semanas antes del evento.

De hecho, este año será atípico, pues se celebrarán dos ediciones: la realizada el sábado 17 de febrero y la trigésima, a celebrarse a mediados de 2024.

Cemican, Banda de Folk Metal de México durante el Festival Metal Fest 2024.

«La edición número XXIX, en realidad, debió presentarse en diciembre del año pasado; pero, a causa de las múltiples actividades en las que las bandas estuvieron involucradas por esas fechas, decidimos llevarla a cabo el 17 de febrero, para complementar los 30 años continuos del Metal Fest», explicó Marinero.

El plato fuerte fue Cemican, banda mexicana de Folk Metal, la cual llegó al país un día antes del concierto.

Banda Indezoquixtia, con camisetas negras y todo el apoyo de sus fans.

Banda Social S. S. cargada de poder y energía.

Uno de los guitarristas de Cemican.

«En este festival —agregó Daniel—, daremos el salto respecto a las anteriores ediciones, salto que esperamos signifique una renovación de energías para nuestro Metal Fest ante el público y para el prestigio mismo del festival: ¡Estamos con todo! El público presente lo notará».

Y efectivamente así fue.

Cabe mencionar que, junto a los boletos, se vendieron súper combos de discos compactos con recopilaciones de conciertos, además de pósters y pegatinas.

En cuanto a las bandas participantes en la vigésimo novena edición, Daniel aclara que son todas «representativas del género del metal rock en sus diferentes expresiones (metal, trash, tribal, doom, heavy…)».

Pero el plato fuerte, en esta ocasión, fue Cemican, banda mexicana de Folk Metal, la cual llegó al país un día antes del concierto, prácticamente aterrizando en el escenario con todo su vigor intenso y paradójico, pues el suyo es un nombre náhuat que significa la dualidad de la vida y la muerte. «Esta peculiar agrupación ha sido un éxito total en festivales internacionales (Resurrection, Hell Fest, Wacken Open Air) en países como Alemania, Francia, España, Bélgica y Holanda. Por tanto, «el evento se realizó con todos los requerimientos de un concierto internacional», señala Edwin.

Banda Astaroth Metal SV dio todo durante el espectáculo.

En cuanto a las bandas nacionales, Daniel enfatiza que éstas «deben apoyarse con todo, pues no sólo son la columna vertebral que ha sostenido este festival metalero nacional a lo largo del tiempo, sino que hoy tienen una gran trayectoria y poco o nada que envidiarles a las de otras latitudes. Además, las bandas grandes alguna vez fueron locales también».

Las agrupaciones presentes en el escenario y que pusieron al país por todo lo alto fueron Renegado (la única de las bandas inaugurales de El Salvador Metal Fest en los noventa que aún participa), Social S. S., Astaroth Metal SV, Maldek, Kraner, Aure e IndezoquixtiA.

Para finalizar, Daniel Ruballo nos recuerda que «el apoyo de la gente es la sangre vital del festival»; mientras Edwin Marinero nos genera expectación al asegurar que «para la trigésima edición… ¡Esperen algo más grande!».

* Periodista, pintora, dibujante y profesora de dibujo y pintura. Autora del libro Raíces sumergidas, alas desplegadas (2014). Mención honorífica en el III Concurso Internacional de Microrrelatos Jorge Juan y Santacilia, con sede en Novelda, España (2016).
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